Cuaderno de viaje #4 – Un viaje al fin del mundo con Jens

Había estado esperando esto por un tiempo. En noviembre de 2019 y después de un largo tiempo de preparativos, por fin ha llegado el momento. El viaje al fin del mundo es un sueño de vida que he tenido durante mucho tiempo y que se va a hacer realidad ahora. La mejor parte: es un viaje de negocios, que es un sueño en sí mismo. Durante tres semanas trabajaré con nuestros amigos de United Scale Arts en Pilar, cerca de Buenos Aires, para Wunderland y transmitiré el conocimiento de la construcción de modelos de coches. Después me lleva a Ushuaia, la ciudad más austral del mundo, en medio de Tierra del Fuego, que es parte de la Patagonia. La Patagonia se creará como la siguiente fase de construcción en Wunderland.

Pero lo primero es lo primero. Comienzo un día de noviembre al mediodía en Londres Gatwick, desde donde me dirigiré al gran estanque más tarde esa noche. Como el tiempo de traslado es bastante largo, paso unas horas con el avión divisando desde el aparcamiento del aeropuerto.

Alrededor de las 9 pm el avión despega hacia Buenos Aires. Estará en el aire durante casi 14 horas. Mucho tiempo para sentarse en un mismo trasero. Pero con una meta y la perspectiva de grandes experiencias es soportable. Desafortunadamente, no puedo dormir en un avión y por eso el sol naciente me quema fuertemente en los ojos.

Ahora toma su camino a través de la parte norte del cielo. Nunca lo había visto hacer eso antes, ya que nunca había cruzado el ecuador.

Después de más de 24 horas de camino, estoy siendo recibido en el aeropuerto por Bruno, el conductor alemán. Vive en Buenos Aires desde hace muchos años y es amigo de la familia Martínez, que fundó United Scale Arts. Técnicamente arregla las bombas, pero en tiempos sin asignaciones de bombas, conduce un taxi. Cansado me subo a su coche y no presto atención al fabricante. Más tarde me reiré de todo corazón de eso.

Dos minutos después recibo las primeras impresiones del tráfico de Sudamérica. Especialmente los motociclistas aquí son… digamos “irrespetuosos” en la carretera. Llevan sus cascos en la parte posterior de sus cabezas, no de forma adecuada y segura. Increíble.

Le pregunto a Bruno si no hay muchos accidentes, y él responde: “Sí. Pasa mucho.” Y de hecho, pasamos por tres escenas de accidente en el viaje de una hora de Buenos Aires a Pilar, en las que los motociclistas están tirados en la autopista.

Luego llego a la familia Martínez. Apenas podía imaginar la bienvenida más sincera. Ya nos conocíamos de su visita a Wunderland. Se confirma lo hospitalaria, cálida y afectuosa que es la familia. Sus empleados son tan amables y abiertos y me invitan a una ronda de voleibol en el descanso, que me olvido que en realidad sólo quiero dormir ahora.

Por primera vez veo el estado avanzado de la unidad de Río en la vida real y estoy hipnotizado.

Un trozo de Wunderland está aquí mismo, a 12.000 Km. del lugar, donde pronto cautivará a los visitantes. Es una gran sensación poder trabajar pronto en el lugar.

Después de ver todas las habitaciones y conocer a toda la gente, es ahora al final de la tarde, llego a la casa, donde pasaré las próximas semanas. Tiene un bonito jardín. Y una cama. A pesar de que sólo son las 7 pm hora local me duermo al instante.

Al día siguiente comienzo lleno de energía para mis tareas. Traje varios modelos de autos conmigo, entre ellos 5 impresiones 3D del Toyota Etios Sedan, que desarrollé en Wunderland. Gerhard y yo nos habíamos decidido por el Etios, ya que su forma es típica de América del Sur. Muchos minicoches aquí se usan como limusinas, que no están disponibles en el mercado europeo. Se supone que los legos deben reconocer inmediatamente que este coche tiene un aspecto “diferente”, porque el Toyota Etios no está disponible en Europa. Comenzamos instantáneamente con intentos de pintar el coche, probamos diferentes imprimaciones y estoy feliz de ver que el tema de los coches de modelo es recibido con tanto entusiasmo. Rápidamente se hace evidente que los empleados tienen mucha competencia considerando todos los aspectos de la construcción de modelos, por lo que la colaboración es fluida, agradable y educativa para ambas partes. Pronto mi lugar asignado se ve tan desordenado como mi estación de trabajo habitual en Hamburgo.

Parte de mi estadía en Sudamérica es también para obtener una impresión de los escenarios típicos de tráfico en el lugar, considerando los tipos de vehículos, la composición del tráfico, el estilo de conducción y las condiciones del vehículo. Para ello, Peter y yo conducimos medio día hasta un puente de la autopista y tomamos fotos de los coches que pasan. Después de que el avistamiento de aviones ya ha sido parte del viaje, el avistamiento de coches se añade a la lista. Y por primera vez también veo un Toyota Etios en la vida real. O eso pensaba…

En los próximos días estaremos ocupados, probando y pintando y hablando de la tienda y experimentando con nuevos colores y mezclas y recetas. Y después del trabajo me pongo en contacto con mi vida salvaje desconocida. En mi jardín los pájaros retozan, que no conozco de casa, y cuadrúpedos no comunes en Europa se arrastran por la hierba.

Me tomo un fin de semana entero para hacer turismo en Buenos Aires. Me había preparado descubriendo interesantes vistas de la ciudad para mí y por eso me dirijo a propósito hacia estos puntos y trato de captar el estilo y las perspectivas de esta gigantesca ciudad metropolitana.

De vuelta al trabajo, el tema de la producción de pegatinas es el siguiente. La técnica de las calcomanías no se ha extendido aquí todavía, así que mi “seminario de calcomanías” en miniatura es recibido con los oídos abiertos. Traje el equipo necesario para esto en mi viaje. Mi experiencia en el dibujo en 3D también es algo en lo que puedo deslizarme. Actualmente se está adquiriendo una impresora 3D y puedo ayudar con algunos consejos y trucos sobre cómo mantener los dibujos cerrados, libres de errores e imprimibles.

Y así como así, mi tiempo de trabajo en Pilar ha llegado a su fin. Me sorprende lo rápido que pasó el tiempo. Nunca fue aburrido y todos los objetivos se pudieron alcanzar. Ahora los vehículos pueden finalmente añadirse a la imagen general de la unidad.

El éxito se debe principalmente al entusiasmo de la gente de United Scale Arts. Ni un minuto fue agotador, aunque a veces las diferencias entre la ética laboral europea y sudamericana se hicieron notables. Durante las tres semanas nos hemos encariñado mucho, así que despedirse no es fácil.

Para el viaje al aeropuerto, desde donde me dirigiré a Ushuaia, Bruno aparece de nuevo con su taxi. Tengo que reírme cuando él empieza a venir a la vuelta de la esquina. Su coche resulta ser un Toyota Etios. También he estado ya dentro de “mi modelo” el primer día sin darme cuenta.

Naturalmente, el avistamiento de aviones en el aeropuerto de la ciudad “Jorge Newbery” en Buenos Aires tiene que suceder y luego va directamente hacia el sur.

Al despegar, el avión toma una buena curva sobre Buenos Aires para poder ver la ciudad con este hermoso clima. Es tan grande, que se extiende hasta el horizonte.

Después de tres horas y media hacia el Polo Sur, finalmente llegamos a Tierra del Fuego. A través de la cubierta de nubes nos sumergimos en un mundo diferente.

Las montañas escarpadas, la agreste y hermosa naturaleza, el agua, los árboles torcidos por el viento; este tipo de paisaje es el que más me fascina. Y así, inmediatamente después de dejar mi equipaje en mi alojamiento me lleva a un viaje de descubrimiento. Estoy usando casi todos los minutos disponibles. El verano del sur me ayuda con esto. Aquí en Ushuaia, a principios de diciembre, hay mucha luz desde la mañana hasta la noche. Y hasta el clima cumple. A veces llueve, pero en general es soportable y no hace demasiado frío. El adelantamiento de los Andes lleva a una baja constante y el viento que viene del oeste casi siempre y muchas veces como una tormenta. Exploro la región por tierra y agua e intento captar tantas perspectivas de la naturaleza como sea posible. Especialmente los pingüinos son desgarradoramente adorables, que viven allí en la naturaleza y no le temen en absoluto a los humanos. Pero al parecer ni siquiera a las grandes aves de presa les molesta mi presencia.

Soy feliz. Tantas impresiones maravillosas de un paisaje de ensueño y tanta suerte con los viajes. No hubo incidentes imprevisibles, sólo gente amable e incluso hice feliz a un empleado del aeropuerto. Naturalmente, tengo que hacer un reconocimiento de avión en Ushuaia.

El viaje por aire allí es bastante manejable, aparte de decir “No pasa nada”. Me paro con mi cámara un poco fuera de juego para el tráfico de visitantes. Después de media hora un empleado del aeropuerto se desvía de su camino habitual y comprueba mis datos personales. Probablemente todavía le dirá a sus nietos…

Es hora de ir a casa. Cerca de 15.000 km están delante de mí y muchas grandes experiencias están detrás. A pesar de que sólo ha pasado un mes, nunca sentí nostalgia ni siquiera por un minuto.

El viaje de regreso me lleva a Buenos Aires. Los vuelos de larga distancia parten del aeropuerto periférico “Ezeiza”. Por supuesto, tengo que volver a planificar el lugar y así el círculo se cierra.

Espero poder volver pronto y visitar a la familia Martínez y seguir trabajando en el gran proyecto “Sudamérica”.